SQUIRTING, Qué Es, Cómo Conseguirlo y 10 Posturas

¿Has oído hablar sobre el Squirting? ¿Piensas que es algo que solo está al alcance de las actrices porno? ¿Te crea curiosidad, pero temes no estar a la altura? ¡Estás en el sitio apropiado! Esta completa guía del squirting no solo te ayudará a comprender de qué se trata sino también cómo lograrlo y disfrutarlo sin complejos. La sexualidad femenina es más sencilla de lo que piensas (y más compleja de lo que te han contado).

Sabemos que tratar estos temas en pareja no siempre es sencillo. Menos aun cuando no se está correctamente informado ¡No te preocupes, nosotros te contamos las claves! Sigue leyendo para saber en qué consiste realmente el Squirting, las mejores técnicas y consejos para facilitar que se produzca y las posturas más apropiadas para lograrlo. Te proponemos un desafío interesante, ¿no te parece?

Qué es, cómo funciona y cómo se produce el Squirting

Comencemos por desmontar un mito: la eyaculación femenina y el Squirting NO son lo mismo. De hecho, podríamos hablar de fenómenos diferentes. Tienen puntos de explicación en común pero los órganos y mecanismos que los producen son distintos, y las sensaciones que se experimentan, también. Aunque su principal diferencia es que mientras que el squirt es una reacción voluntaria del cuerpo femenino, la eyaculación es involuntaria.

El Squirting consiste en la expulsión por la uretra de un largo chorro de líquido eyaculatorio generado como consecuencia de una apropiada y coordinada estimulación de la zona G, lo que da lugar a alcanzar el máximo placer femenino. Muchos se plantean qué es exactamente el líquido expulsado. Pues bien, no te asustes: se trata en su gran mayoría de orina, pero también contiene fluido prostático de las glándulas de Skene, ubicadas en la pared se la vagina. Aunque son muchos los hombres que pretenden provocarlo y las mujeres que tratan de lograrlo, para nada es un acto sexual sencillo.

En contraposición, la eyaculación femenina tiene lugar, generalmente, en el momento en que se produce el orgasmo y está determinada por un grado de placer inferior al que se experimenta con el squirting, con lo que la cantidad de líquido eyaculatorio expulsado también es menor. Aunque no hay un método específico para eyacular, hay estudios que defienden la estimulación de la zona parauretral para aumentar las posibilidades de que aparezca. Sin embargo, no debes perder de vista que es posible eyacular sin tener un orgasmo.

El famoso Punto G femenino

La ciencia, y concretamente la sexología, lleva años transmitiendo la importancia del Punto G para alcanzar el óptimo orgasmo femenino. Sin embargo, parece que no es tan fácil como lo pintan ¿Sabías que, según ha investigado un estudio de Durex, dónde está el Punto G” es la pregunta sobre sexo que más se repite en el buscador entre adultos de 18 a 65 años?

Empecemos por una controvertida aclaración. Ni siquiera los científicos consiguen ponerse de acuerdo en si el Punto G existe real y anatómicamente (como si estuviéramos hablando de un clítoris interno), o si simplemente es una zona de la pared vaginal que tiene una mayor sensibilidad nerviosa a la recepción de estímulos. Lo que sí está comprobado es que no todas las mujeres tienen un Punto G, aunque son mayoría (el 60%) las que sí.

Si bien es cierto que el Punto G no es lo único que puede llevar a una mujer al orgasmo, estimular la zona, bien sea manualmente o por medio de la penetración, es una buena forma de hacer disfrutar a tu pareja. Y ahora…la pregunta que sé que tienes en mente, ¿Dónde está el punto G? Aunque no todos los hombres consiguen encontrarlo (a veces ni siquiera las mujeres son capaces de reconocerlo en su propio cuerpo), el Punto G se encuentra situado entre 5 y 8 centímetros al interior de la vagina. Digamos que es fácilmente reconocible porque se aprecia una superficie rugosa, en lugar de lisa como el resto de la pared vaginal.

Pues bien, el Punto G es un factor clave en la consecución del squirt. Tus dedos índice y corazón deberán formar un ángulo de 90º respecto a la palma de la mano. Solo introduciéndolos en la vagina por su cara anterior (pegados a las paredes) podrás alcanzar la zona más estriada o punto G para proceder a la estimulación. Además, en el proceso también estimularás las glándulas de Skene y tocarás las raíces del clítoris, lo que permitirá que tu pareja sienta puro placer.

Dónde tocar y cómo hacerlo para conseguir el Squirting

Aunque cada mujer tiene unas condiciones y capacidades distintas, existen una serie de recomendaciones para conseguir el Squirting. No obstante, obtener este grado superlativo de placer no deja de ser parte de un juego en el mundo infinito de la sexualidad. Es por ello que se aconseja no tenerlo como objetivo, obligación o meta, sino dejar que la situación fluya y concentrarse en el disfrute mutuo.

Aunque te gustaría que tu pareja lograra llegar al Squirting, se ha de empezar poco a poco, ya que tal explosión de placer se consigue mejor con una excitación ascendente. Comienza un juego previo sin tocar los genitales o zonas erógenas por excelencia, de esta manera, tu pareja se irá calentando poco a poco. Una vez que la mujer esté excitada se puede comenzar a realizar pequeñas caricias en sus genitales. La suavidad es el secreto para alcanzar la máxima excitación posible.

Ya hemos iniciado el camino, o sea que es el momento ideal para comenzar a practicar el sexo oral. Lo ideal es que se comience a realizar de manera muy suave, sin apuros, por lo que poner en práctica estos consejos en un hotel o en un día en que la casa esté a solas sería una muy buena opción. Se sabe que las prisas son el enemigo número uno del placer.

Lógicamente, para provocar el Squirting hay que controlar una serie de técnicas básicas que propicien la excitación máxima. Para ello, la comunicación es imprescindible y hay que asegurarse de que ella está totalmente relajada, sin inseguridades ni bloqueos emocionales. Pregúntale qué le apetece hacer, o si le está gustando; solo así estableceréis un clima de confianza mutua.

El lubricante es uno de los productos más infravalorados en las relaciones sexuales, sin embargo, es muy útil para evitar roces incómodos y fomentar la excitación. Una vez llegados a este punto de excitación propiciado tanto por la masturbación como por el sexo oral, es fundamental centrarse en el punto G. Se recomienda meter los dedos en la vagina y hacer movimientos ascendentes en cuanto a intensidad.

Los dedos más adecuados para provocar el orgasmo femenino son el índice y el corazón. Son los más largos y hábiles, por lo que te permitirán movimientos con potencia y control. Sigue las indicaciones de la chica, pues habrá momentos en que quiera más intensidad, y otros en los que menos.

Cuando intuyas que tu pareja está a punto de alcanzar el clímax, es hora de aumentar la intensidad y mover toda la mano. Agítala hacia arriba y hacia abajo a un ritmo alto y verás que vas por el camino correcto.

Mejores posturas para conseguir un orgasmo clitoriano

Para no dar lugar a conjeturas sin argumentos, es importante que sepas, antes que nada, que el sistema nervioso femenino hace que las mujeres tengan más dificultad que los hombres para llegar al orgasmo durante las relaciones sexuales. De hecho, hay estudios que certifican que solo el 30% alcanzan el clímax teniendo sexo. Sin embargo, siempre hay truquitos que pueden contribuir a disfrutar en pareja. Si bien es cierto que cada mujer tiene sus posiciones preferidas para llegar al orgasmo, hay algunas posturas que favorecen el clímax. Para que te hagas una idea, te dejamos este listado:

#1 La cuchara

La postura de la cucharita es una de las más conocidas, aunque se considera una de las posturas románticas por excelencia, también permite que el hombre, desde atrás, pueda estimular el clítoris con la mano por lo que es más fácil llegar a la eyaculación femenina. Podéis ponernos tumbados o de pie, lo importante es que el hombre este detrás pegado a la mujer. Tanto de pie como tumbado, puedes pasarle la mano por delante a la vez que la abrazas y estimularla de forma cómoda con o sin penetración.

#2 El 69

La postura del 69 es un clásico para que ambos sientan placer, cada uno ubica su cabeza frente a los genitales del contrario, permitiendo de ese modo que puedan ser estimulados al mismo tiempo. Pero en este caso nos centraremos en que el hombre contribuya mediante la estimulación clitoriana para provocar el orgasmo a la mujer. Tenéis que colocaros tumbados, normalmente el hombre tumbado boca arriba y la mujer tumbada a la inversa boca abajo, siendo mucho más fácil para el hombre estimular el clítoris de la mujer manualmente u oralmente.

#3 A cuatro patas

Esta postura como su nombre indica, la mujer ha de ponerse a 4 patas en la cama o en el suelo, también es conocida como la postura del perrito. No siempre es la postura más cómoda, pero el hombre toma el control y puede desplegar toda su fuerza, primero con contundentes embestidas y después estimulando a su gusto el clítoris de la mujer. Es una de las posturas más placenteras si el hombre sabe bien cómo estimular a su pareja durante la penetración.

#4 El cangrejo

En la postura del cangrejo, de nuevo el chico lleva la voz cantante y maneja las caderas de la chica, que está “sentada” de espaldas sobre su pelvis apoyando los brazo sobre tu pecho, para llegar al orgasmo femenino. Se requiere ser un amante experto para provocar la eyaculación femenina. Ella puede moverse con mayor dificultad por lo que aquí tendrás que poner más de tu parte con tus movimientos de pelvis, ya que alcanzar su clítoris para la estimulación es un poco más complicado.

#5 Cabalgando

Esto no es tanto una postura, aunque podríamos llamarlo el caballito o jinete. El hombre está tumbado y la mujer se pone encima y lleva la iniciativa. Ella decide el ritmo, y toma el control, aunque circunstancialmente puede ser él quien tire de abdominales para percutir. Además en esta postura la penetración y estimulación es mucho más profunda, perfecta para acabar masturbándose y conseguir el squirting.

#6 El pirata generoso

Con nombre divertido, esta postura permite penetraciones de gran profundidad y hay una enorme estimulación del clítoris, por lo que ella puede experimentar un orgasmo espectacular. La mujer debe colocarse al borde de la cama o de otra superficie, mientras el hombre levanta una o sus dos piernas con la mano o apoyándolas en sus hombros y la penetra a la vez que estimula el clítoris para llegar al squirting con éxito.

#7 Sentados

Es bueno salir de la rutina y por eso hacer el amor en otras posiciones puede ser muy estimulante y gratificante para ambos. La postura sentados puede ser tanto en la cama como en una silla, la mujer es la que se sienta encima mirando de frente al hombre mientras este la penetra. Varía las posiciones para hacerlo más entretenido y así gozar al máximo.

#8 La carretilla

La carretilla es también una de las posturas más conocidas, está conocida por ser todo un reto deportivo, pero es de gran placer para llegar a la eyaculación femenina. Ella se coloca boca abajo y él la sostiene por detrás, de la cadera o de las piernas elevándola mientras la penetra con voracidad. No apta para mujeres que prefieren estar cómodas y tumbadas, claro. Es una postura muy estimulante pero también algo complicada para estimular el clitoris manualmente ya que tienes que sujetar sus piernas o caderas con ambas manos.

#9 Salto de la rana

En esta postura con nombre un tanto especial, la mujer debe estar de espaldas al hombre, puede estar de rodillas en la cama o sobre una superficie, o echar las piernas hacia atrás como en postura de rana. Es una variante para las embestidas desde atrás, con el cuerpo más estirado y la posibilidad de ser estimulada también con las manos. ¡Cualquier ayuda es buena!

#10 Misionero

Sí, es un clásico, pero a veces estar en la zona de confort también puede ser positivo para alcanzar el squirting. La conexión entre ambos cuerpos es total y eso se convierte en un factor que propicia el orgasmo femenino. Además la mujer puede colocar las piernas más abiertas, hacia arriba, estiradas e ir probando nuevos estímulos. Si el hombre se incorpora un poco puede estimular a la vez el clítoris de la mujer a la para que la penetra.

El objetivo es eyacular, sea del modo que sea

El Squirting es la consecuencia de una práctica sexual extremadamente placentera, y a lo largo de la historia nos hemos centrado demasiado en el placer del hombre. Las relaciones sexuales ya no son lo que eran hace años, y el rol de la mujer en el sexo ha evolucionado significativamente, tomando el control en ocasiones, o participando activamente en el acto en otras. El sexo es cosa de dos, y nunca está de más prestar atención a la satisfacción sexual femenina.

Y recuerda que en la sexualidad los únicos límites al placer los pones tú mismo y la pareja que decida acompañarte en una de las experiencias más satisfactorias que nos ofrece la vida y la naturaleza en su máximo esplendor. Los tabúes y los prejuicios no tienen lugar alguno en la cama, donde las personas solamente buscan la mejor manera de expresarse su amor, atracción y deseo.

¿Qué te ha parecido nuestra guía sobre squirting? ¿Conocías este tipo de práctica sexual? ¿Alguna vez has tratado de practicarla con tu pareja? ¿Crees que variar las posturas en la cama es clave para tener una vida sexual plena? ¿Nos hemos dejado algún dato que te interesaría conocer? ¿Te has quedado con alguna duda o pregunta? Entonces te pedimos que dejes un comentario. Da igual que sea o una duda o un simple gracias, pero nos alegraremos mucho de leerlo y responderlo.

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